3 consejos para dar el primer paso
Es mejor hacer un poco a la vez, en lugar de todo a la vez. Tres consejos para dar el primer paso en esto.
Hormona del placer
Una ventaja es que cada vez que terminamos una tarea somos recompensados con una dosis de dopamina. Cada paso que completamos se siente como un triunfo y activará esta “hormona del placer”. Esto tiene un propósito evolutivo importante: nos da energía y la motivación para seguir adelante. Cuando nuestros antepasados, por ejemplo, fueron a buscar una fuente de agua, el éxito de su búsqueda les daría golpes sucesivos de dopamina, uno por cada pista que encontraron apuntando a una fuente de agua, para detectar el sonido de la corriente de agua, y así sucesivamente.
Ave por Ave
John Perry, profesor de filosofía emérito de la Universidad de Stanford, estados unidos, las cotizaciones de la escritora Estadounidense Anne Lamott en su libro El Arte de la Procrastinación: “Hace treinta años, mi hermano mayor, que tenía diez años en ese momento, estaba tratando de que se escribiera un informe sobre pájaros que había tenido tres meses para escribir, que debía escribir al día siguiente was Estaba en la mesa de la cocina cerca de las lágrimas, rodeado de papel de encuadernación y lápices y libros sin abrir sobre pájaros, inmovilizado por la magnitud de la tarea que tenía por delante. Entonces mi padre se sentó a su lado, puso su brazo alrededor del hombro de mi hermano y dijo: “Pájaro a pájaro, amigo. Solo tómalo pájaro por pájaro”.”
Todos los comienzos son difíciles
¿Por qué es tan difícil dar ese primer paso? Según Robert Maurer, director de Ciencias del Comportamiento para el Programa de Residencia de Práctica Familiar en el Centro Médico de Santa Mónica UCLA y miembro de la facultad de Medicina de UCLA, en los Estados Unidos, tiene que ver con el miedo. Cuando asumes un desafío, significa que tienes que dejar atrás tu rutina segura. La amígdala en su cerebro, a la que le gusta la tranquilidad, la claridad y la previsibilidad (ya que son buenas para la supervivencia) activa una alarma, que se siente como un bloqueo para usted. Maurer dice que puedes evitar esto dando pequeños pasos: “Fijarte objetivos que sean fáciles de alcanzar, como meditar cinco minutos al día o limpiar solo una de las pilas en tu escritorio, te permite colarte por la amígdala con los dedos de los pies inclinados para que no se active una alarma.”
- La historia completa “Pequeños pasos, grandes saltos” y otros tres consejos se pueden encontrar en el número 23.
Texto Otje van der Lelij Fotografía Ales Krivec / Unsplash.com
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