Conversaciones de Corazón a Corazón – Tres Pasos para Discutir el Elefante en la Sala

La raíz de muchos de nuestros conflictos interpersonales o de equipo es la falta de comunicación. A veces, el problema es que la información no se comparte lo suficientemente ampliamente y las personas se sienten resentidas porque no se las incluyó. Otras veces decimos cosas que salen mal y la gente se ofende, a pesar de que podamos haber tenido buenas intenciones detrás de nuestro mensaje. Independientemente de cómo se creó la situación, si no nos tomamos el tiempo para abordarla cuidadosamente, la falta de comunicación se convierte en el “elefante en la habitación” que todo el mundo sabe que está presente pero no está dispuesto a abordar.

Recientemente trabajé con un cliente donde el elefante en la habitación había estado presente durante casi un año. El problema dentro de este equipo había llevado a una fractura en lo que anteriormente eran relaciones muy cercanas, había empañado la reputación del equipo dentro de la organización y estaba causando conflictos y agitación que afectaban el rendimiento del equipo. Todos en el equipo sabían que el elefante estaba en la habitación, pero nadie quería hablar de ello.

Para romper el atasco de comunicación y poner al equipo de vuelta en el camino de restaurar un entorno de apertura, confianza y respeto, utilicé un proceso de discusión facilitado llamado Conversaciones de Corazón a corazón, adaptado del libro de Layne y Paul Cutright Straight From the Heart. Si los participantes están comprometidos con la salud y el éxito de la relación, y abordan este proceso con el deseo de ser auténticos y vulnerables, puede ser una manera poderosa de discutir temas difíciles y permitir que todos sean escuchados.

El proceso implica tres rondas de discusiones y el orador y el oyente tienen roles muy específicos. El orador tiene que usar una serie de declaraciones iniciales que estructuran el contexto de cómo expresan sus pensamientos y emociones. Para que el orador sepa que ha sido escuchado, entendido y permita que se comparta información adicional, el oyente solo puede responder con las siguientes declaraciones:

  • Gracias.
  • entiendo.
  • ¿Hay más que le gustaría decir sobre eso?
  • No entiendo. ¿Podría decir eso de una manera diferente?

La primera ronda incluye una serie de declaraciones de “Descubrimiento” diseñadas para crear apertura entre los participantes y aprender más sobre las perspectivas de los demás. El orador puede usar los siguientes iniciadores de oración:

  • Algo que quiero que sepas sobre mí
  • Algo que es importante para mí es
  • Algo que es desafiante para mí ahora mismo es…

La segunda ronda comprende declaraciones de “limpieza” que permiten liberar temores, ansiedad, estrés y aumentar la confianza. El hablante puede usar las siguientes plicas de oración:

  • Algo que me ha preocupado es
  • Algo que necesito decir es
  • Un sentimiento que he estado teniendo es
  • Algo que temo decirte es…

La tercera ronda implica declaraciones “nutritivas” que crean bienestar mental y emocional en la relación. Estas declaraciones permiten a los participantes poner fin a las difíciles cuestiones que se compartieron y expresar su aprecio mutuo, lo que prepara el terreno para avanzar de manera positiva. El orador puede usar las siguientes frases:

  • Algo que aprecio de ti es
  • Algo que valoro de ti es
  • Algo que respeto de ti es…

El facilitador puede estructurar el proceso de varias maneras, pero lo importante es establecer un ritmo para cada ronda en el que el orador tenga una cantidad de tiempo definida para compartir (utilizando las declaraciones iniciales) y el oyente responda después de cada declaración. Es importante que el oyente responda cada vez porque establece el ritmo adecuado para la discusión y valida los pensamientos que comparte el orador. Se debe alentar al orador a que comparta lo que se le ocurra sin censurar sus pensamientos ni decir lo que piensa que la otra persona quiere escuchar. Si el hablante no puede pensar en nada que compartir, puede decir “en blanco” y luego repetir uno de los iniciadores de oración. Anime a los participantes a mantener el proceso en movimiento y los pensamientos fluirán más rápidamente. Al final de las tres rondas, es importante cerrar la discusión con un resumen de los resultados deseados y cualquier elemento de acción que los participantes quieran perseguir.

Como “Capitán”, el alcaide de la prisión en la película Cool Hand Luke, le dijo al personaje de Paul Newman: “Lo que tenemos aquí es (a) falta de comunicación.”A menudo, ese es el caso cuando se trata de conflictos interpersonales o de equipo, y usar el proceso de Corazón a Corazón puede ayudar a las personas a enfrentar el elefante en la habitación que todos saben que está allí pero tienen miedo de discutir.

por @RandyConley

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