Incrementalismo inconexo-Marios CamhisMarios Camhis

Durante reuniones sin interés, en el teléfono con un interlocutor que tiene muchas cosas que decir, cuando intentas tomar una decisión difícil, tendemos a dibujar líneas en cualquier papel que se encuentre frente a nosotros.

Este proceso se conoce como” garabatear”, es decir: garabatear, dibujar thinking mientras se piensa en otra cosa. Los garabatos son dibujos simples que pueden tener un significado representativo concreto o compuestos de líneas aleatorias y abstractas, dibujos irreflexivos hechos para aliviar el aburrimiento.”

En griego, la expresión equivalente sería “Εική και ως έτυχε”. La palabra “εική “es un adverbio del griego antiguo que significa”sin un plan u objetivo, sin un propósito al azar, por placer”.

He guardado estos dibujos al azar. Inspiraron algunas de las pinturas presentadas en esta exposición.

El ” incrementalismo inconexo “es la dimensión” lógica “que acompaña al”azar”.

En 1963 D. Braybrook y C. E. Lindblom en su libro “Una estrategia de decisión” desarrolló una teoría de planificación / toma de decisiones que denominaron “incrementalismo inconexo”. Esta teoría se presentó como una alternativa a la “planificación racional integral”, un enfoque que requiere la formulación de un plan final global.

El incrementalismo es un método de trabajo mediante la adición a un proyecto utilizando muchos pequeños cambios incrementales en lugar de unos pocos saltos grandes y planificados extensivamente. Los responsables de la formulación de políticas en este modo están buscando análisis que puedan proporcionar apoyo a decisiones que ya están a medio hacer. Cualquier nueva evidencia que encaje y que se presente en el momento justo, tiene una buena probabilidad de ser utilizada.

Un dibujo puede comenzar con una línea. De esta primera línea se procede paso a paso, línea a línea, siempre de conformidad con la anterior, de manera aleatoria o sensible. Cuando se presenta una anomalía, la sección anómala se descarta. Este proceso se completa cuando el conjunto tiene una estructura que “representa”.

Los seres humanos, aparecen aquí y allá, en terrazas sin parapeto ni caminos sin salida.

Lo aleatorio y lo racional

Louisa Karapidaki, historiadora del Arte

La iconografía de Marios Camhis se caracteriza por una extraordinaria viveza con referencias excepcionalmente detalladas que captan la mirada de los espectadores, instando a una segunda lectura. Todo es imaginario, sin embargo, todo parece experimentado y familiar. En sus dibujos meticulosos, el artista tiende a expresarse a través de la exhibición de masas en blanco y negro, asignando un papel decisivo pero complementario al color. La multitud de fusiones temáticas iconográficas con magistrales gradaciones de proporciones, desde la pequeña escala humana hasta las dimensiones monumentales de los edificios, confiere a sus pinturas una dinámica notable. Además, sus obras presentan un efecto plástico único gracias a sus bordes poligonales y los huecos creados al eliminar partes enteras de la superficie de la pintura. Estas ingeniosas intervenciones visuales dotan a sus composiciones de pintura de una calidad tridimensional de bajo y alto relieve, con una sensación tangible de profundidad, entregando una estética totalmente original a su identidad artística individual.

Las tres palabras clave que caracterizan esencialmente su obra, según el propio artista, son: “lo aleatorio, lo racional y el callejón sin salida”.

Lo “aleatorio” porque su guion visual evoluciona por sí mismo, permitiendo que las líneas y diagramas se transformen instintivamente en entornos estructurados. Líneas paralelas, perpendiculares e intersectadas, formas geométricas heterogéneas, rayas torcidas, volúmenes variables, diagramas de trampantojo y manchas dispersas de elementos naturales, todo se combina para crear narrativas arquitectónicas extremadamente descriptivas. Ninguna composición de Marios Camhis está premeditada o basada en un borrador de estudio; cada obra se produce al azar a través de la improvisación aleatoria sobre papel, como también sugiere el título de la exposición.

Lo “racional” porque sus composiciones se rigen por la lógica absoluta. Todo lo que se muestra se ha combinado “al azar”, pero a través del pensamiento lógico. Además, la lógica está enfáticamente presente tanto en la estructura de sus composiciones geométricas como en el flujo narrativo de sus obras. Incluso cuando pinta de forma independiente y completamente libre, su experiencia en arquitectura, zonificación urbana y planificación urbana es un factor crucial en la configuración estética final de sus obras. Cada obra de arte se compone de la representación de mundos residenciales enteros. Captura grandes ciudades con grupos de carreteras y autopistas, vastos soportales y puentes, subidas y bajadas, rascacielos y complejos arquitectónicos masivos, bosques y arboledas, mares y ríos. Al mismo tiempo, en medio del complejo arreglo residencial expuesto, el artista se asegura de incorporar la presencia humana.

El “callejón sin salida” se afirma como una referencia conceptual a través de las ilustraciones de figuras humanas esquemáticas en miniatura que aparecen como presas que pierden a la deriva la complejidad de los grupos de edificios. Las personas aparecen atrapadas entre complejos de edificios sin salida, a veces como parte de las referencias iconográficas calificadoras detalladas y, otras veces, como observaciones iconográficas complementarias. También invoca la sensación de un callejón sin salida la atmósfera general de las obras, destacando el aislamiento del hombre en medio de las dimensiones monumentales de la planificación urbana a escala no humana.

La disposición geométrica de la forma en las obras de Marios Camhis y la perspectiva aumentada percibida a través de los elementos ranurados, que interactúan esencialmente con la superficie de la profundidad, crean un entorno multicomponente y convierten sus pinturas en instalaciones visuales de extraordinario poder narrativo. Un papel importante en el logro de esta vocalidad lo desempeñan los usos selectivos y radicales del color, las demarcaciones con tiras de papeleo omnipresentes, las fachadas amarillas, los tonos de gris cemento y el discurso con los azules y verdes de la naturaleza. De esta manera, el artista crea un juego visual continuo entre lo familiar y lo desconocido, que comprende una de las características principales del estilo en el que se representan sus temas. En medio de los complejos laberínticos del mundo artificial y las alusiones a las actividades humanas, el artista también representa elementos naturales, como el mar, el cielo, los ríos y los bosques. Estas alternancias a menudo trascendentales y hábilmente diseñadas entre los paisajes naturales y artificiales brindan a cada espectador múltiples estímulos visuales para su metexia personal. Porque no hay duda de la habilidad representacional de Marios Camhis ni del poder pictórico y comunicativo de sus fascinantes microcosmos hiperrealistas de naturaleza multisensorial.

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