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Como maestra, veo a mis compañeros de trabajo tratando de averiguar cómo acercarse a los padres cuando sospechan que un estudiante podría tener necesidades especiales. Como padre de un niño diagnosticado en el espectro autista hace 13 años, aquí hay algunas ideas:

1. Muestra empatía y compasión.

¿Cómo se sentiría si le dijeran que algo está “mal” con su hijo? No importa cuán gentilmente mencione sus preocupaciones, eso es lo que los padres pueden escuchar. Responda la pregunta honestamente, como padre, si lo es, y si no lo es, piense en recibir noticias importantes sobre un ser querido. ¿Lo sientes: dificultad para respirar, corazón acelerado, ojos ardiendo de lágrimas, negación, ira, aceptación renuente, miedo, culpa?

Es posible que los padres deban superar muchas emociones antes de tomar medidas. Dales el tiempo que necesitan para adaptarse (incluso si lleva años como lo hizo para nosotros.) Reconozca que cada padre necesitará diferentes cantidades de tiempo para adaptarse, y sea realista sobre el hecho de que algunos padres tal vez nunca puedan aceptar lo que se les sugiere. En cualquier caso, es más importante tratar el comportamiento que tener un diagnóstico formal. Por favor, no juzgue críticamente las acciones o inacciones de un padre. Es posible que no te oigan decirlo a la cara, pero lo sienten, al igual que los niños.

2. Conoce tu papel.

Son profesores profesionales, no diagnosticadores. Como profesor, tienes más accesibilidad y proximidad a las diferencias de aprendizaje que la persona promedio. Con el fin de obtener un diagnóstico adecuado de un profesional capacitado, los padres a menudo invitan a los maestros a proporcionar información a través de formularios, cartas y documentación. Esto puede dar a los maestros la ilusión de que usted puede predecir el resultado de la diferencia de aprendizaje identificando comportamientos en los niños. Aunque un maestro puede identificar correctamente el diagnóstico de un niño, el autismo, el TDAH y muchas otras afecciones son muy complejos y requieren mucho tiempo para diagnosticarlos a través de la recopilación de datos de múltiples recursos, observaciones y pruebas. Por lo tanto, los maestros deben tener cuidado al etiquetar a un niño sin el uso de todas las herramientas y la educación adecuadas. Mantenga una comunicación abierta con los padres y su jefe, y registre todas las instancias relacionadas con sus inquietudes. Esta información puede ser útil algún día.

3. Sé paciente.

Cuando trabaje con niños con necesidades especiales y sus familias, necesitará ser paciente con el comportamiento del niño, las acciones o inacciones de los padres y usted mismo mientras navega a través de la breve relación que tendrá con esta familia. Usted puede estar trabajando con el niño y sus necesidades durante un año escolar, pero el niño y su familia trabajarán con ellos de por vida.

4. Sé proactivo y comprensivo.

Usted puede afectar positivamente la vida de estas familias con sus acciones. No le diga a los padres que su hijo “necesita ayuda” y deje que ellos hagan que todo sea mejor para su hijo. Ellos no pueden hacerlo solos! ¡Necesitan tu ayuda! Toma una clase. Lee un libro. Únete a un grupo. Aprenda técnicas y estrategias para trabajar con diferencias de comportamiento y aprendizaje. Abraza a un padre. Abrace al niño (si lo permiten).) Adopte los talentos, habilidades y cualidades positivas del niño. Enseñe la aceptación de sus otros estudiantes practicando la suya propia. Compartir buenas experiencias con sus familias y compañeros además de vocalizar las difíciles. Haz preguntas. Pide ayuda. No finja saberlo todo: cada caso, niño y familia es diferente y puede requerir enfoques diferentes.

5. No lo tomes como algo personal.

Si tu ego se hiere porque la familia ha rechazado tu opinión profesional, supéralo, ¡rápido! Se trata del niño y la familia, y de lo que usted puede hacer para ayudarlos mientras el niño está en su clase. Lo que sucede fuera de clase depende de ellos. Si no está de acuerdo con su reacción y/o decisión, no se desquite con el niño o la familia. No te quejes ni critiques abiertamente a la familia ni hagas comentarios cínicos. Estén contentos de haber plantado una semilla de aceptación y tengan fe en que un día la semilla brotará y crecerá en acción. Puede que no suceda de inmediato, pero todos merecen el derecho de llegar a su destino a su propio ritmo y a su manera. Solo puedes proporcionar orientación y esperanza. Tenga en cuenta que puede tomar tiempo para que las familias tomen la decisión de tomar medidas. Hasta que lo hagan, mantenga registros de sus observaciones. Los datos que recopiles pueden ser útiles para el proceso de evaluación en caso de que se materialicen, y luego puedes dejar que tu ego florezca y sentirte orgulloso de la contribución que has hecho.

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