Resonancia magnética de la columna cervical (cuello)

Procedimiento de resonancia magnética

Se utiliza una resonancia magnética cervical (Imágenes por Resonancia magnética) para crear una imagen detallada del área del cuello. Se utiliza predominantemente para identificar lesiones de tejidos blandos, en contraste con una tomografía computarizada (TC), que es el método preferido para problemas que involucran huesos.

Una máquina de resonancia magnética crea un campo magnético fuerte para alinear las moléculas en la columna vertebral de una determinada manera. Las ondas de radio se utilizan para dar energía a estas moléculas. Cuando se apaga el campo magnético, las moléculas vuelven a su estado normal, liberando la energía proporcionada por las ondas de radio. Esta energía es leída por la máquina de resonancia magnética y utilizada para crear imágenes del área escaneada, llamadas “cortes”. Un examen de resonancia magnética crea muchos cortes, que se combinan para crear una reproducción tridimensional del área escaneada. Las exploraciones por resonancia magnética, a diferencia de las exploraciones por tomografía computarizada, no emiten rayos X ni radiación y, por lo tanto, son extremadamente no intrusivas.

A veces se inyectan tintes especiales, conocidos como “agentes de contraste”, en el brazo para mejorar la claridad de la imagen final. El tipo más común de “contraste” utilizado es el gadolinio, que es muy seguro, ya que no es tóxico y las reacciones alérgicas a la sustancia son extremadamente raras.

Durante el examen, el paciente se acuesta en una lengüeta estrecha, que se desliza dentro del escáner de resonancia magnética en forma de túnel, durante 30 a 60 minutos. Tendrán que permanecer quietos, ya que demasiado movimiento puede difuminar las imágenes de la resonancia magnética y causar errores en la lectura final. Todo el proceso es sin dolor.

Razones para someterse a una resonancia magnética cervical

Las razones más comunes para una resonancia magnética cervical son identificar las causas de dolor severo en el cuello o el brazo que no se ha resuelto con un tratamiento conservador, o cuando el dolor de cuello se acompaña de debilidad o entumecimiento en las piernas, a menudo una indicación de una afección nerviosa.

Una resonancia magnética cervical también se puede utilizar para identificar una multitud de afecciones de la columna vertebral menos comunes, como esclerosis, escoliosis, artritis, infección de la columna vertebral o después de una lesión o trauma en la columna vertebral. Además, también se puede realizar una resonancia magnética antes o después de la cirugía de columna como guía para los cirujanos quirúrgicos.

Hallazgos potenciales

Las afecciones comunes que causan dolor en el cuello y que pueden revelarse mediante una resonancia magnética cervical incluyen hernias o “resbalones” de discos (radiculopatía cervical), estrechamiento de la columna cervical (estenosis espinal) o desgaste anormal de los huesos y cartílagos del cuello (espondilosis cervical).

Los hallazgos menos comunes suelen ser cualquier afección que pueda afectar los tejidos blandos del cuello. Estos incluyen infecciones óseas (osteomielitis), inflamación de los discos (disquitis), infección de la columna vertebral, esclerosis múltiple, lesiones o compresión de la médula espinal, fracturas de la columna o tumores de la columna.

Si la columna cervical, el área de la columna vertebral que atraviesa el cuello y los nervios cercanos, parece normal en los resultados de la resonancia magnética, pero el dolor continúa, se pueden seguir otros métodos de investigación y diagnóstico. Estos incluyen otras exploraciones, como tomografías computarizadas o radiografías, o investigación adicional de afecciones como la fibromialgia.

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